Hace unas semanas se anunció Enola Holmes 2, prudente, sin duda, hablar de la primera. Esta adaptación de Las aventuras de Enola Holmes de Nancy Springer llegó en 2020. Como casi todas las películas o productos culturales donde se le quita el foco a un personaje masculino, la crítica la apedreó. No me sorprende, cómo se atreve Netflix a pasar a segundo plano a un «genio» como Sherlock, para hablar de su madre y hermana.
Sin embargo, he de decir, desde ahora, que a mí me gustó mucho. Primero tenemos a una actriz de la edad, no sexualizada, y dirán ustedes que por el tipo de vestuario no se puede, pero ahí está Rachel McAdams en su versión de Sherlock.
Además, es de recordar que es una película apta para todo público, tiene una trama muy limpia, mantiene ese suspenso de un misterio de Holmes, así como los recursos clásicos del personaje, como la memoria eidética.
El inicio de la película nos habla mucho del carácter que Enola va a tener; es decir, es criada por su madre, lejos del mundo, crece con toda libertad, le enseñan de deportes, arte, ciencia, filosofía, astronomía. Ser mujer nunca se le muestra como impedimento. Se le educa para ser libre, se le anima para construirse un futuro.
Vemos en pantalla muchísimas referencias, Enola lee a Mary Wollstonecraft (1759-1797), por ejemplo, de gran importancia para la literatura y la filosofía, además un referente protofeminista.
Por otro lado están sus hermanos, como sabemos Sherlock se siente por encima de las trivialidades morales, pero el tercer Holmes, Mycroft, es el machismo puro. Rápidamente se impondrán los dos polos de la trama: Mycroft y Enola, las restricciones y la libertad.
Para Mycroft, Enola no está domada, le faltan educación y modales, para convertirse en una dama casadera; se propone educarla para que «encaje en sociedad», para que quiera un esposo. Lo que le parece espeluznante a su hermana menor, ya que, si bien no tuvo la educación más tradicional, la tuvo, su madre se encargó de enseñarle lo necesario para que fuera independiente.
La madre es un personaje importantísimo, revolucionario, sufragista. Por ello entendemos que haya criado a Enola así, la preparaba para confrontarse a un mundo que aún hoy es difícil para las mujeres. Eudoria conspira, enseña, le saca dinero a su hijo para financiar la causa; es una heroína realmente.
Ahora, el plot de la película es que la madre Eudoria Holmes, interpretada por la increíble Helena Bonham Carter, desaparece, entonces Enola sale a buscarla. Tarea nada fácil porque Mycroft la quiere de interna en un colegio para señoritas y Sherlock no interviene en su favor. Durante este viaje, Enola demostrará su valor e inteligencia, equiparable a la del famoso detective, así como su independencia.
Desde que Enola se separa de su madre se ve confrontada a este mundo, que nos mide, nos pesa y obliga a encajar, se le dice gorda, malvestida, maleducada, salvaje; cuando es simplemente una adolescente aventurera. Ella no puede exaltarse porque es muy emocional, pero ellos sí porque están demostrando caracter; Sherlock y Mycroft pueden ser adultos y solteros y no pasa nada, pero ella tiene que conseguir un marido pronto, aunque tenga 16.
Enola es uno de esos personajes que vienen a recordarle a las niñas, y a una también, que el futuro está en nuestras manos; que aunque tengamos que huir, allá afuera hay un lugar para nosotras; que allá afuera están luchando por nosotras; nos recuerda que desesperadamente queremos cambiar al mundo, pero sobre todo que somos dueñas de nuestras vidas y decidimos nuestro futuro.