Esto no es futbol: ¿Qué pasó en Querétaro?

Este viernes dio inicio la Jornada 9 de las ligas mx y femenil y este sábado todo se detuvo. Los hechos, más o menos, los conocemos. Al minuto 63 del encuentro entre Atlas y Querétaro se armó una trifulca entre las barras, en el Estadio La Corregidora en Querétaro. Palos, asientos, patadas y gritos asediaban a la afición que tuvo que correr y esconderse. Medios y testigos anunciaban alrededor de 20 muertos.

Mientras familias se resguardaban con miedo y la barra atlista regresaba escoltada a Jalisco, los partidos siguieron regularmente. La jornada en todas las categorías fue suspendida hasta entrada la noche, a través de un muy escueto comunicado de Mikel Arriola, presidente de la Liga.

Horas más tarde, la Coordinación Estatal de Protección Civil de Querétaro anunciaba que no había muertos sino 22 heridos, dos de ellos de gravedad. Hasta el momento, la cifra se ha actualizado a 26 heridos hospitalizados, tres de gravedad y 10 reportados como “delicados”. 16 de las personas lesionadas son originarias de Jalisco y del total dos son mujeres.

Sólo condenan

El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, a través de redes sociales, condenó “la violencia en el Estadio”, asimismo expuso que la empresa que administra a los Gallos Blancos tendría que rendir cuentas. Por otro lado, afirmó que se atendería apoyo a las víctimas, aunque no se ahondó en ello. Finalmente, calificó de tardía la respuesta de las autoridades en el estadio.

Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, dijo que llegaron los camiones “sin ningún problema” y se lavó las manos, porque al final de cuentas todo sucedió en el estado vecino.

El club de los Gallos Blancos sólo publicó un pequeño mensaje “condenando” las acciones y poniéndose a disposición de las autoridades. Por su parte, el Atlas reprobó los eventos del sábado y exhortó a las autoridades a llegar “hasta las últimas consecuencias”.

La Liga anunció que inició una investigación y que turnó a la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) lo sucedido con base en los reportes oficiales de los Comisarios y Árbitros del partido, pidiendo “sanciones ejemplares”.

Derivado de los hechos, también se presentarán las denuncias penales correspondientes por los actos de violencia en el Estadio La Corregidora. Asimismo, el partido Querétaro vs. Atlas será reprogramado, aun cuando se rumora la desafiliación de los Gallos Blancos y la descalificación de los Diablos Rojos.

A la espera están los posicionamientos de la FIFA y la FMF al respecto de las sanciones que tendrán tanto los clubes como la Liga en general. Concacaf ha expresado ya que se deben tomar medidas al respecto. Estas sanciones irían desde una multa en efectivo y la desafiliación del Querétaro hasta la suspensión de la Liga indefinidamente, la salida de México de, al menos, el mundial de Catar 2022, y la pérdida de la sede mundialista en 2026.

¿De quién es la culpa?

Hay quienes señalan que el origen de todo fue el antagonismo entre integrantes del crimen organizado. Falta también esclarecer cómo accedió al estadio tanta gente con armas blancas y por qué había poco personal policíaco, que tampoco hizo mucho o nada.

La negligencia es la mayor de las culpables. El sábado de manera concreta ya se habían suscitado dos encontronazos entre las barras y el partido no se detuvo y nadie fue sacado del estadio.

Por otro lado, éste es un problema latiente desde hace mucho tiempo. Es por la violencia que en el Estadio de la UNAM, por ejemplo, los estudiantes ya no tienen libre acceso. Es por la violencia que hay un protocolo por el grito de “Puto”. Es por la violencia que las barras de los equipos tienen que estar separadas.

El problema es el corte de manga, las riñas entre jugadores en el campo de futbol. Todavía recuerdo la final navideña entre Tigres y América, en la que los jugadores se empujaban, se decían de cosas. Cuántas infancias, con sus jérseys y balones recién desenvueltos, habrán visto a sus héroes evadir tan gloriosamente el fairplay.

Pero no es sólo la que ocurre en el estadio, la violencia también ocurre en los programas dónde el único objetivo es ver a hombres discutiendo acaloradamente de temas deportivos. Son las portadas de diarios exhaltando a hombres violentos (golpeadores), el lenguaje en la crónica. La cultura futbolera se ha llenado de violencia en todos los niveles, ¿quién y cómo la va a parar?

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Desde este medio, pedimos encarecidamente no compartir ni difundir las imágenes violentas de lo sucedido en el Estadio Corregidora en Querétaro. Primero por respeto a las personas afectadas; segundo, para no afectar los procesos de investigación que se seguirán para esclarecer tan terribles hechos. Por otro lado, llamamos a difundir imágenes de las personas desaparecidas durante y después de la trifulca, con el fin de que puedan volver a sus hogares y/o encontrar ayuda.

A la afición del futbol, recuerden, esto no es nuestro deporte, este no es el sueño de nuestras infancias, quienes corren detrás de un balón. Esto no es lo que representan nuestras coloridas camisetas ni las tradiciones familiares. En todo caso, para mí este deporte es más sobre la alegría colectiva de ver al Atlas o al Cruz Azul campeón después de años; de ver a Rayadas ganar el título, convirtiendo a Espejo en la primera mujer DT en lograrlo. El futbol es ver a niñas meter goles y decir que son Marigol, Katty Killer o Monsiváis.

En todo caso lo de este sábado es únicamente el resultado de años de negligencia de la Liga MX, la FMF, la FIFA y medios de comunicación, que tienen sus objetivos y prioridades en otros lugares que no son el futbol; y que, además, solapan y monetizan con la violencia en sus respectivos campos.

Por último, recalcamos que lo más importante es la vida de las personas y la pronta recuperación de los lesionados. Lo que pasó ayer sin duda es una muestra de la violencia patriarcal; sin embargo, nombrar la violencia sistemática no puede existir sin empatía.

El movimiento y la teoría feminista no pueden sobreponerse al dolor de las personas, a las vidas de ellas. Lo que pasó en el estadio Corregidora no es de ninguna forma el pie a comparaciones. El patriarcado es un sistema en el que todas las personas existimos y nos afecta de diferentes formas; todas las personas vivimos, resistimos y padecemos en él y es por ello que es responsabilidad social crear el camino para destruir aquello que nos oprime.

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