El feminismo ha venido a revolucionar la sociedad desde hace siglos, pero más allá de lo que se realiza en colectivas, existe una revolución feminista que empieza de manera individual en todas las mujeres que decidimos formar parte activa del movimiento.
Antes de incursionar de manera activa en el feminismo, tenía la creencia de que se trataba de un grupo de personas que luchaba por los derechos “revolucionarios” de las mujeres, denuncias de abuso, acompañamiento a víctimas etc. Pero desde la primera vez que participé en eventos y talleres feministas algo en mí fue despertando; como cuando aprendes a manejar: al inicio son series de pensamientos y acciones conscientes, que luego serán automáticas cuando formen parte de tu subconsciente.
Aprender a desaprender
Fue el sentimiento de empatizar con las mujeres que forman parte de mi vida, el que se hizo consciente y me di cuenta de que la deconstrucción femenina también existe y es necesaria. Cuántas veces nuestro sistema social nos enseña que “debemos” juzgar a la amiga, a la hermana, a la madre; pero llega un punto en el que nos concientizamos de la importancia que tiene el desaprender: desaprender a enjuiciar, a criticar, a confrontar a la mujer que tenemos a un lado, a la mujer que forma parte de nuestra vida o de nuestra familia e incluso a la mujer que somos.
Unión Femenina
El feminismo, además de las luchas que vemos plasmadas en grupo ante la sociedad, es eso: aprendizaje individual. Llegamos a un grupo donde todas somos mujeres, donde todas podemos estar en la situación de la otra, donde todas comprendemos lo que la otra siente y donde ninguna cuestiona el actuar. El feminismo es libertad, nos sentimos seguras de vestirnos, maquillarnos o no, actuar como queremos sin miedo a que seamos objeto de críticas y juicios. Aprendemos que no hay rivales, sino aliadas. El día en el que nos demos cuenta de que la lucha de una es la lucha de todas, seremos invencibles.
¿Ustedes ya iniciaron su deconstrucción?
Hija de las flores.